Qué bonito es leer en familia
Era una tarde fría de Diciembre. Cuando una pareja entró en el pueblo empezaba a llover y se estaba haciendo de noche. La mujer estaba embarazada y parecía muy fatigada. Él se adelantó unos metros para buscar algún sitio donde poder descansar.
- ¡José! - la oyó gritar.
- ¡José, ya está aquí! - repitió - agachándose y agarrando su vientre.
El hombre se dirigió a la primera casa que había en la estrecha calle y llamó con urgencia; pero como nadie abría, empujó la puerta con fuerza, que no ofreció resistencia y pasaron a lo que parecía el pajar de la vivienda. María se tumbó en un hueco debajo de la escalera; Estaba muy dolorida y miraba a José temblando por el frío, y por el temor a que el parto fuera mal.
El futuro padre, sin saber bien qué hacer, iba de un lado hacia otro nervioso y preocupado, mientras una mula, tumbada a la entrada, observaba toda la escena. Antes de que pudiera darse cuenta, el llanto de un niño se escuchó en el silencio de la noche.
Un hombre y una mujer de mediana edad se acercaron hasta allí al escuchar al niño llorar.
- ¡Oh! ¿Estás bien? - dijeron al ver a los dos jóvenes mirando al niño embelesados.
A los pocos minutos volvieron con ropa y pañales para vestir al niño. El recién nacido, que lloraba de frío, al sentirse abrigado y calentito, se calló y se quedó dormido. Pronto corrió el rumor de lo que había sucedido esa noche, y la gente del pueblo fue llegando al pajar para agasajar con regalos a los padres primerizos y dar la bienvenida al niño.
Les llevaron miel y sopas de pan con leche caliente para que se recompusieran, también un vestido para María y una manta para José, todos les demostraban su cariño, mientras ellos sonreían muy agradecidos por tanta ayuda.
María empezó a susurrar al oído de su pequeño arrullándolo, mientras unos niños cantaban alegres villancicos en la puerta.
- ¿Cómo se llama tu bebé? - preguntó un pastorcillo a María.
- Jesús - respondió María, con cara de felicidad.
Alguien gritó entonces:
- ¡Dejad paso a los reyes!
Entonces se hizo el silencio y todos se pusieron a rezar, pues la historia se repetía una vez más; llegaba la Navidad.
Comprueba si tu hijo ha comprendido lo que ha leído:
1. ¿Por qué María estaba tan cansada y preocupada?
2. ¿Por qué la gente se acercó al pajar?
3. ¿Qué le llevaron al Niño, a María y a José?
4. ¿Cómo se llamaba el bebé?
Le sugerimos que elabore en familia un pesebre tomando en cuanta esta hermosa historia y revivan este momento tan importante para la historia de la humanidad.
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